Escrito por Kierstan Boyd.
La visión de un bebé pasa por muchos cambios durante su primer año de vida. El pediatra revisará la visión del niño en cada visita para asegurarse de que su visión se está desarrollando como debería. Saber lo que se espera puede ayudar a observar y disfrutar ese desarrollo.
Al nacer, el niño es muy sensible a la luz brillante. Sus pupilas pueden verse pequeñas para limitar la entrada de luz a los ojos. Un recién nacido puede ver algo cerca de él con su visión periférica pero su visión central todavía se está desarrollando.
A las dos semanas, a medida que la retina se desarrolla, las pupilas se abren. Pueden ver formas claras y oscuras. Las formas grandes y los colores brillantes empiezan a llamar su atención. También pueden empezar a enfocar en objetos frente a ellos.
Alrededor del mes de nacido, el bebé puede empezar a enfocar brevemente en las caras de los padres, pero preferirá obejtos de colores brillantes ubicados a un metro o mas.
A los 2 meses sus ojos todavía no trabajan muy bien juntos. Puede parecer que a veces se cruzan sus ojos o se desvían hacia afuera. La mayoría de las veces es normal y se corregirán solos eventualmente.
Solo cuando un ojo constantemente se desvía hacia adentro o hacia afuera hay que notificarlo al pediatra.
A los 2 meses generalmente son capaces de seguir con los ojos objetos en movimiento a medida que su coordinación visual mejora. De hecho, alrededor de los 3 meses de edad, el bebé puede tener la suficiente coordinación de ojo y brazo para “manotear” cerca del objeto que se mueve.
A los 3 meses de edad, los ojos del bebé deberían de trabajar juntos para enfocar y seguir objetos. Si los padres notan que esto no sucede, deben reportarlo al prediatra.
Alrededor de los 5 meses de edad, la habilidad del bebé para ver qué tan lejos está un objeto (llamada percepción de la profundidad) se ha desarrollado por completo. Ven el mundo en tres dimensiones y son mejores en alcanzar objetos tanto lejanos como cercanos. También tienen una buena visión del color en este momento, aunque no tan desarrollada como en el adulto.
En esta etapa un bebé puede reconocer a sus padres en una habitación y sonreirles. Pueden ver objetos afuera a través de una ventana. Pueden incluso recordar qué objeto es, aun cuando solo vean una parte de él.
Los bebés generalmente empiezan a gatear a los 8 meses de edad, y esto mejora su coordinación ojo-mano.
Referencia