Resumen de texto generado por Qwen Chat.
La distancia de vértice es la medida entre la superficie posterior de un lente corrector y la córnea del ojo. Generalmente se mide en milímetros y es muy importante para garantizar que la potencia del lente corrija adecuadamente los errores de refracción.
En lentes positivos (para corregir hipermetropía), si la distancia de vértice aumenta (lentes más alejados), la potencia aumenta. En lentes negativos (para corregir miopía) si la distancia de vértice aumenta la potencia disminuye.
Esto implica que, en graduaciones altas, variaciones pequeñas en la distancia de vértice pueden alterar significativamente la corrección.
Los lentes de contacto tienen una distancia de vértice cero porque van pegados a la córnea; por eso su potencia se calcula ajustando la de los lentes de armazón. Por ejemplo, un lente de armazón de -6.00 requerirá un lente de contacto de -5.75.
La distancia de vértice también influye en el tamaño de la imagen. Los lentes positivos con mayor distancia de vértice aumentan el tamaño de la imagen, mientras que los negativos las disminuyen.
Esto es especialmente importante en casos de anisometropía (diferente graduación en cada ojo), causando dificultades en la visión binocular.
Esto tiene que tomarse en cuenta cuando se eligen armazones que queden más cerca o lejos del ojo, por ejemplo los que tienen plaquetas para la nariz, tienden a quedar más separados de la cara en comparación con los que no llevan plaquetas.
Si los lentes, durante el uso diario, se resbalan, alejándose de la cara, la graduación puede no ser tan eficaz.
Por todo lo anterior, la elección del armazón y el ajuste correcto del mismo es fundamental en la corrección visual.
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