16 julio 2025

09 julio 2025

Los pasos más importantes para el uso de lentes de contacto de manera segura y saludable.

Lavarse las manos perfectamente antes de tocar los lentes; antes de ponerlos y antes de quitarlos de los ojos.

Revisar los lentes para que no estén al revés (se ven aplanados); que no estén rasgados o sucios.

Usar solución salina nueva y mantener los frascos de la solución bien cerrados.

Limpiar los lentes con solución salina siempre antes de ponerlos y después de quitarlos de los ojos.

Poner solución nueva en el estuche antes de guardar los lentes, diariamente.

Cambiar el estuche varias veces al año para evitar que acumulen bacterias.

No dormir con los lentes de contacto puestos a menos que sea bajo prescripción oftalmológica.

No bañarse en la regadera o en la alberca con los lentes de contacto puestos ya que el agua puede contener organismos que causen infecciones graves.

No excederse en el tiempo de uso de los lentes.

En caso de enrojecimiento, ardor, dolor o visión borrosa, los lentes de contacto deben retirarse y consultar al especialista.

Nunca olvidar que el lente de contacto es un cuerpo extraño adentro del ojo.

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02 julio 2025

Cirugía refractiva y glaucoma.

Escrito por Sarwat Salim para Glaucoma Research Foundation.

Aunque es raro desarrollar glaucoma como resultado de la cirugía refractiva LASIK, aquellos que están en riesgo de desarrollar glaucoma o ya lo tienen, requieren de consideraciones especiales antes, durante y después de la cirugía refractiva.

La cirugía refractiva más común es el LASIK. Implica remodelar la córnea con láser a fin de mejorar la agudeza visual y brindar una alternativa al uso de lentes para la corrección visual.

El LASIK con frecuencia se realiza para corregir la miopía, que es un factor de riesgo para desarrollar glaucoma. Además, las personas miopes tienen más riesgo de tener un aumento en la presión intraocular con el uso de esteroides, que se usan de manera rutinaria después de la cirugía.

También es importante reportar al cirujano si hay antecedentes familiares de glaucoma para tomarlo en cuenta en la evaluación médica.

Durante el LASIK, se crea un colgajo corneal y se usa energía láser para remodelar el tejido corneal debajo del colgajo. Para estabilizar el ojo, la presión intraocular se incrementa significativamente durante la formación del colgajo. Aunque este incremento es temporal el potencial impacto al nervio óptico debería discutirse con el médico.

En presencia de glaucoma, existen otras opciones de cirugía refractiva, como la quetarectomía fotorefractiva (PRK) que no requiere de la formación del colgajo.

Después de la cirugía generalmente se usan gotas oculares con esteroides para reducir la inflamación, y el tratamiento es más largo después de la PRK que de LASIK.

Los esteroides pueden aumentar la presión intraocular y provocar glaucoma; por lo tanto es crítico monitorear la presión intraocular cuidadosamente después de la cirugía.

Sin embargo, la correción visual con láser para miopía adelgaza la córnea,lo que conduce a una subestimación de la presión con las herramientas de medición de uso común. Esta subestimación puede enmascarar la elevación de la presión relacionada con los esteroides y provocar un retraso en el tratamiento.

Debido a la dificultad para obtener medidas precisas, debe usarse más de un instrumento. Además, monitorear el nervio óptico y la visión periférica se vuelve más importante.

Cuando se llega con un nuevo oftalmólogo, es importante reseñar el historial de la correción con láser y todas las pruebas y resultados obtenidos para que el seguimiento sea más fácil.

En resumen, la cirugía refractiva no está prohibida para pacientes con sospecha de glaucoma y aquellos con un glaucoma temprano bien controlado.

Sin embargo, se necesita una evaluación minuciosa antes de la cirugía y un monitoreo cuidadoso de la presión intraocular después de la cirugía.

Referencia

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25 junio 2025

La visión del recién nacido.

Escrito por Kierstan Boyd.

La visión de un bebé pasa por muchos cambios durante su primer año de vida. El pediatra revisará la visión del niño en cada visita para asegurarse de que su visión se está desarrollando como debería. Saber lo que se espera puede ayudar a observar y disfrutar ese desarrollo.

Al nacer, el niño es muy sensible a la luz brillante. Sus pupilas pueden verse pequeñas para limitar la entrada de luz a los ojos. Un recién nacido puede ver algo cerca de él con su visión periférica pero su visión central todavía se está desarrollando.

A las dos semanas, a medida que la retina se desarrolla, las pupilas se abren. Pueden ver formas claras y oscuras. Las formas grandes y los colores brillantes empiezan a llamar su atención. También pueden empezar a enfocar en objetos frente a ellos.

Alrededor del mes de nacido, el bebé puede empezar a enfocar brevemente en las caras de los padres, pero preferirá obejtos de colores brillantes ubicados a un metro o mas.

A los 2 meses sus ojos todavía no trabajan muy bien juntos. Puede parecer que a veces se cruzan sus ojos o se desvían hacia afuera. La mayoría de las veces es normal y se corregirán solos eventualmente.

Solo cuando un ojo constantemente se desvía hacia adentro o hacia afuera hay que notificarlo al pediatra.

A los 2 meses generalmente son capaces de seguir con los ojos objetos en movimiento a medida que su coordinación visual mejora. De hecho, alrededor de los 3 meses de edad, el bebé puede tener la suficiente coordinación de ojo y brazo para “manotear” cerca del objeto que se mueve.

A los 3 meses de edad, los ojos del bebé deberían de trabajar juntos para enfocar y seguir objetos. Si los padres notan que esto no sucede, deben reportarlo al prediatra.

Alrededor de los 5 meses de edad, la habilidad del bebé para ver qué tan lejos está un objeto (llamada percepción de la profundidad) se ha desarrollado por completo. Ven el mundo en tres dimensiones y son mejores en alcanzar objetos tanto lejanos como cercanos. También tienen una buena visión del color en este momento, aunque no tan desarrollada como en el adulto.

En esta etapa un bebé puede reconocer a sus padres en una habitación y sonreirles. Pueden ver objetos afuera a través de una ventana. Pueden incluso recordar qué objeto es, aun cuando solo vean una parte de él.

Los bebés generalmente empiezan a gatear a los 8 meses de edad, y esto mejora su coordinación ojo-mano.

Referencia

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