Cuando una persona no ve bien o el ver le causa molestias, es casi seguro que su problema se soluciona con lentes. Y si se trata de una miopía, es casi seguro que serán lentes de uso constante.
Pero no todo mundo simpatiza con la idea de traer lentes todo el día, y aparte de las muchas alternativas que hay en la elección de armazones y materiales de lentes, y aún lentes de contacto, existe la opción de corregir la ametropía de manera permanente mediante una cirugía refractiva.
Hace algunas décadas la cirugía refractiva más popular fue la queratotomía radiada que se hacía con bisturí. Ahora está de moda la queratectomía fotorrefractiva, mejor conocida como operación con laser, en la que se utiliza una poderosa fuente de luz para romper los enlaces de las células que forman la córnea y modificar su curvatura, dado que la córnea es el lente más importante del ojo.
Pero no hay que olvidar que esta cirugía no es de resultados exactos y puede tener efectos colaterales. Esto quiere decir que además de que no es seguro que la persona quede viendo lo normal, puede tener molestias relacionadas con ojo seco y dificultades con la discriminación del color, sobre todo en visión nocturna, por ejemplo.
Como siempre, lo mejor es buscar información sobre el tema y preguntar a quien ya se haya operado, antes de someterse a un procedimiento irreversible.