Desde hace muchos años, cuando empezó a generalizarse el uso de computadoras, fueron apareciendo también, molestias en los ojos, relacionados directamente con el uso de éstas. Entonces las empresas productoras de lentes sacaron al mercado algunos productos que se ofrecían para solucionar esas molestias de reciente aparición.
Recuerdo especialmente la compuscreen que eran unos plásticos amarillos sin graduación recomendados para “proteger del daño causado por las radiaciones emanadas de la computadora”. Cuando el proveedor me invitó a vender compuscreen le pedí información que justificara recomendar su uso, y después de darle vueltas al asunto, me dijo que no contaba con ella.
Entonces mandé una carta al departamento de investigación de una empresa fabricante de lentes, solicitando esa misma información. Y ellos me mandaron un gran expediente cuyas conclusiones se resumían en: no hay evidencia de que las pantallas de las computadoras emitan algún tipo de radiación que dañe los ojos. Es decir, yo nunca vendí un solo lente compuscreen.
Sin embargo es un hecho que la computadora provoca molestias diversas a quienes la usan en exceso. Molestias que se pueden resumir con el término cansancio. Este problema, ya no tan nuevo, pero ahora más extendido, se soluciona usando lentes adaptados para ese fín.
Ahora la moda es recomendar el lente con capa anti reflejante, o AR, para trabajar con computadora. Pero lo importante no es el material ni los accesorios, sino la graduación. El lente con AR, por sí solo no soluciona las molestias que la computadora provoca. El uso de la graduación adecuada, con o sin AR, es lo indicado. Sin embargo, los lentes AR son bonitos porque permite que los ojos de quien los usa se vean claramente, y resultan muy cómodos para manejar de noche. Además, desde que se fabrican en serie se pueden conseguir muy baratos. Vale la pena probarlos.