31 diciembre 2008

Se hace camino

En este año que termina cumplo veinte como optometrista. Cuando empecé a trabajar en San José del Cabo, B.C.S. en 1988 creía que me faltaba mucho por aprender y eso me daba miedo.

Ahora, con un archivo de 18 mil expedientes de pacientes, estoy segura que todavía me falta mucho por aprender, pero ya no me da miedo.

Con el paso del tiempo he reforzado algunos conocimientos, he rectificado algunas creencias, pero sobre todo he ido ajustando mi manera de trabajar de acuerdo a las experiencias que voy teniendo.

Así, hay quienes vienen a la óptica de vez en cuando, los que vienen una vez al año, y quienes aunque no vengan seguido, me mandan a todos sus conocidos y familiares. Están los que prefieren usar un lente para cada cosa y los que quieren usar un solo lente para todas las cosas. Hay a quienes solo les importa ver bien, y los que prefieren verse bien, aunque no vean tanto. Y hasta el que se va buscando otras soluciones, y después de un tiempo regresa como el amétrope pródigo.

Para todos ellos va mi agradecimiento.

24 diciembre 2008

El examen de la vista

Dividí este tema en dos partes para hacer más fácil su consulta. En esta segunda parte se verá en particular para qué sirve cada una de las pruebas que componen un examen de la vista.

Cuando se practica un examen de la vista, se hacen una serie de pruebas. El especialista usa diferentes instrumentos así como luces brillantes directamente sobre los ojos. Puede ser que le dilaten la pupila para poder revisar adecuadamente el fondo del ojo. Las pruebas pueden incluir agudeza visual, visión periférica, visión de colores, capacidad para enfocar objetos cercanos, presión intraocular, fondo de ojo, entre otras.

El registro de la agudeza visual busca valorar la nitidez de la visión al ver un objeto directamente. Se prueba cada ojo por separado mediante unas letras puestas a cierta distancia a lo lejos, aunque también se acostumbra a valorar la visión de cerca después de los 35 años.

La retinoscopía es un método que se utiliza para medir la graduación de cada persona y consiste en usar una lámpara y un sistema de lentes para encontrar el lente con el que ese ojo enfoca normalmente.

El campo visual está compuesto por la visión central, que se valora con la toma de la agudeza visual, y la visión periférica que se valora mediante una campimetría o una perimetría. Para este último procedimiento se usa un campímetro que es una pantalla cóncava con luces en diferentes lugares y con distintas intensidades mediante las cuales se hace un mapa del campo visual a medida que el paciente registra la ubicación de las luces. También puede usarse una pantalla tangente con blancos –en lugar de luces- de diferentes diámetros. Los lugares de la pantalla donde no se detecten las luces o los blancos, indican defectos en el campo visual que puede indicar algún trastorno ocular grave.

Medir la presión interna del ojo puede indicar al especialista si existe algún riesgo de desarrollar glaucoma. La presión intraocular se mide con un aparato llamado tonómetro que al aplicar una fuerza al ojo, registra la resistencia que el ojo opone a la fuerza aplicada. Si se tiene glaucoma, generalmente la presión intraocular es alta.

Evaluar la visión de los colores sirve para detectar alguna deficiencia en este campo, conocido comúnmente como daltonismo.

La visión de los colores se valora mediante la cartilla de Ishihara que muestra números formados por puntos de diferentes colores e intensidades.

Referencia:

17 diciembre 2008

Agudeza visual

Este es un resumen del tema Agudeza visual: fundamentos e importancia clínica presentado por Isaac Rosas Gutiérrez en el 4to Congreso de Optometría en Morelia.

El término agudeza visual se refiere a qué tan bien ve usted en comparación con una persona normal. Su importancia radica en que la agudeza visual determina cuantitativamente el estado en que se encuentra la función visual.

Existen varias cartillas para medir la agudeza visual y varios métodos para darle un valor numérico.

La cartilla más conocida es la de Snellen, y la notación más conocida es la del cociente en pies. El significado de este número es el siguiente: el numerador indica la distancia a la que se mide la agudeza visual y el denominador indica la distancia máxima a la que debía ser vista esa letra.

A veces puede verse la notación en metros, donde 20/20 corresponde a 6/6, y en menor medida se usan los decimales, de manera que 6/12 (Snellen metros) = 20/40 (Snellen pies) = 0.5 (decimal).

Sin embargo, la Cartilla Bailey-Lovie tiene un diseño más lógico ya que mantiene una proporción constante entre el tamaño de cada renglón de letras y entre la separación de un renglón a otro.

Actualmente no existe uniformidad ni en la cartilla ni en la notación utilizada por cada especialista que mide la agudeza visual, razón por la cual una persona puede resultar con diferentes agudezas visuales en los diferentes lugares en que se examine. Por ello sería deseable contar con una norma que unifique el valor de la agudeza visual.

Por otro lado para medir la agudeza visual en niños e iletrados se usan cartillas como la Cardiff, la E de Albini, el sistema LEA y la de anillos de Landolt.

10 diciembre 2008

El examen de la vista

Dividí este tema en dos partes para hacer más fácil su consulta. En esta primer parte hablaré de para qué sirve practicarse un examen de la vista, quién hace el examen y con qué frecuencia es conveniente hacerlo.

Un examen periódico de los ojos es una de las mejores formas de proteger la visión. Es muy importante detectar problemas de los ojos lo más pronto posible, ya que algunos de estos problemas pueden dañar irreversiblemente antes de causar síntomas. Un examen regular con un especialista de los ojos ayuda a :

  • Detectar enfermedades de los ojos
  • Corregir los cambios que suceden por el envejecimiento
  • Reducir el esfuerzo de los ojos, la fatiga y el estrés en sus actividades de la vida diaria
  • Sentirse seguro de que está viendo lo mejor que puede
Los encargados de proporcionar los cuidados de los ojos pueden ser tres diferentes: el médico oftalmólogo, el licenciado en optometría y el técnico optometrista u óptico.

El oftalmólogo es quien primero estudia la carrera de medicina y luego se especializa en enfermedades de los ojos, tiene licencia para practicar cirugías y recetar medicamentos cuando es necesario, y recibió entrenamiento para adaptar lentes.

El optometrista estudió una licenciatura para saber adaptar lentes de armazón, lentes de contacto, conoce de farmacología y de enfermedades de los ojos para poder brindar los cuidados preventivos necesarios, pero en general trabaja con ojos sanos.

El técnico optometrista recibe entrenamiento en el trabajo, o en diplomados, siendo aprendiz primero por varios años, y surte las recetas de los lentes de armazón, a veces de contacto, y adapta lentes si sus habilidades en la retinoscopía se lo permiten.

Los niños y adolescentes deben examinarse siempre que tengan algún problema de la vista o síntomas oculares, y los exámenes de rutina se recomiendan a todos los que tienen enfermedades que puedan afectar la salud ocular, como la diabetes o la hipertensión arterial.

Si la persona usa lentes debe examinarse una vez al año, y si no usa lentes y no tiene enfermedades de riesgo para los ojos, debe examinarse al menos una vez entre los 20 y los 40 años de edad, y una vez al año o cada dos a partir de los cuarenta.

Esta última recomendación se debe a que al avanzar la edad, va aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades de los ojos como cataratas, glaucoma o degeneración macular

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Referencia:

03 diciembre 2008

Diabetes y visión

Este es un resumen del tema Diabetes y Visión presentada por el Dr.José Luis Pineda Villanueva en el 4to. Congreso de Optometría en Morelia.

La diabetes mellitus es una enfermedad que se caracteriza por la incapacidad del organismo para procesar el azúcar que ingiere, lo que a la larga lleva a desórdenes múltiples en el organismo.

Una de las complicaciones que están relacionadas con la presencia de diabetes son las cataratas, cuya principal característica es que avanzan muy rápido hasta afectar seriamente la agudeza visual.

Por otro lado, las fluctuaciones en la composición química del cristalino llevará a variaciones en su poder refractivo lo que dará por consecuencia que la persona vea borroso mientras su nivel de azúcar en la sangre sea anormal.

Las infecciones en los ojos son también más frecuentes en los pacientes diabéticos debido al ineficiente aporte sanguíneo en el organismo.

Pero la enfermedad que puede llevar a la ceguera irreversible es la retinopatía diabética

Al afectar el sistema circulatorio los pequeños vasos terminales, como los que riegan la retina, son los que primero presentan defectos. A este desorden se le conoce como retinopatía diabética y se presenta en el 60% de las personas diabéticas después de 10 años de padecer la enfermedad.

El tratamiento usual para la retinopatía diabética ha sido hasta ahora la fotocoagulación con laser, que consiste en quemar con luz intensa los vasos sanguíneos defectuosos en la retina para evitar o detener una hemorragia.

Pero se está estudiando también la efectividad de nuevos medicamentos llamados antigiogénicos, cuya función principal es prevenir la formación de vasos capilares nuevos y débiles que serán mas propensos a romperse y sangrar.