La situación de la óptica en México cambió cuando se reformó el Observatorio Astrofísico Nacional en Tonantzintla, Puebla, para transformarse en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), donde por primera vez se empiezan a ofrecer estudios de posgrado en óptica.
Poco después de fundado el INAOE, se crea en 1973 el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE), en Ensenada, Baja California. En 1976 con Martín Celaya y Diana Tentori, egresados del INAOE, y Romeo Mercado, egresado del Optical Sciences Center de la Universidad de Arizona se forma en el CICESE el departamento de óptica de la División de Física Aplicada, donde también se ofrecen cursos de posgrado.
La investigación en óptica en el país se ha desarrollado a buen paso, pero la situación de la industria no es tan buena. De la enorme variedad de instrumentos ópticos que se usan en el país: médicos, de ingeniería civil, educativos, militares, etc. prácticamente ninguno se construye en México.
El campo oftálmico es sin duda el más desarrollado. Desde hace más de 20 años tanto los armazones para anteojos como las lentes oftálmicas se producen casi en su totalidad en el país. Es un terreno muy próspero.
En el campo de los instrumentos ópticos la situación no es tan buena porque no hay un número suficiente de especialistas en óptica. Solo existe una fábrica de microscopios, Microscopios, S.A., fundada por el Ing. Oscar Rossback.
Debe mencionarse también a dos antiguos investigadores del CICESE. El Dr. Marco Antonio Machado fundador de Augen-Wecken, que trabaja en la industria oftálmica y optométrica, y el Dr. Luis Enrique Celaya que formó Calipo, S.A. para fabricar elementos ópticos con calcita o cuarzo cristalinos.
Ojalá llegue a existir en México una industria óptica madura que satisfaga las demandas del país y exporte sus productos.
Referencia:
- OPTICA TRADICIONAL Y MODERNA, Daniel Malacara, Fondo de Cultura Económica, 1997.