Las causas comunes de pérdida súbita e indolora de la visión, de un solo ojo, pueden ser fallas en la retina. La retina es una prolongación del sistema nervioso central y su funcionamiento se basa en la respiración aerobia, por lo que las alteraciones en su irrigación tiene efectos agudos en el funcionamiento visual.
Una de las causas que pueden provocar estos cambios circulatorios es la oclusión de la arteria central de la retina.
La arteria central de la retina ACR es la principal fuente de sangre para la retina. Esta arteria penetra al nervio óptico detrás del globo ocular y viaja dentro de él hasta llegar a la papila, en la cual se divide para formar las ramas retinianas principales. A estas ramas las acompañan venas retinianas que se unen en la papila para formar la vena central de la retina VCR. La VCR viaja dentro del nervio óptico en estrecho contacto con la ACR.
La oclusión de la arteria central de la retina es una causa más bien rara de pérdida súbita de la visión. Esta pérdida se presenta en un ojo previamente sano. La agudeza visual se reduce en forma significativa hasta solo contar dedos o peor. Es raro que no haya percepción de luz, es decir, pérdida completa de la visión. La respuesta pupilar a la iluminación es lenta o se pierde. Tanto las arterias como las venas se ven con disminución de calibre, por la reducción importante de flujo sanguíneo y a veces se observa segmentación de la columna de sangre. Se debe explorar el ojo sano para tener un punto de comparación.
Hay más frecuencia de oclusión de la ACR en pacientes con hipertensión. Los émbolos (de plaquetas o colesterol) son causa más frecuente en pacientes jóvenes.
Es raro que se recupere la función retiniana una vez que ha sido privada de irrigación durante unos minutos. En ocasiones se utiliza el masaje del globo ocular esperando que se desaloje el émbolo.
Referencia:
- Oftalmología Clinica, C.I.Phillips, Nueva Editorial Interamericana, 1986.