01 julio 2009

Aditamentos visuales e iluminación

Tercera de tres partes.

Principios de Iluminación

Las variaciones individuales en las preferencias de iluminación están determinadas por los requerimientos del paciente y sus desórdenes oculares. La sensación de brillantez sentida al usar filtros amarillos es psicológicamente estimulante para muchas personas mediante la eliminación de los grises y azules del espectro de luz. Sin embargo esto no incrementa la cantidad de luz que llega al ojo, aunque en pequeña medida suple algunas funciones de filtración del pigmento lúteo que tiende a desaparecer en edad avanzada o con enfermedades de la mácula.

El uso de una posición de lectura libre de fluctuaciones en la fuente de luz, así como instalaciones fluorescentes múltiples, hace más cómodo el trabajo para personas con visión subnormal. La limpieza y cambio periódico de las lámparas también mejora notablemente sus condiciones de trabajo.

La intensidad de la luz disminuye a medida que aumenta la distancia entre fuente luminosa y objeto iluminado. Sin embargo la iluminación deberá estar en función de la comodidad del paciente, aunque ni una iluminación insuficiente, ni una intensa iluminación, causará daño a las estructuras del ojo.

El resplandor, por el reflejo de la luz sobre la superficie de trabajo puede ser eliminado poniendo la fuente luminosa a un lado y no por encima de la superficie. Las normas encontradas sugieren el uso de focos de 75 watts colocados a 60 cm de la lectura para personas normales, por lo que las personas con lesiones maculares pueden beneficiarse de focos más luminosos.

Referencia: