Se recomienda una visita al optometrista en cada inicio del ciclo escolar. La buena visión es parte importante del proceso de aprendizaje en la escuela, ya que leer, escribir y usar computadora son las principales actividades que los estudiantes realizan diariamente; sin embargo, son muchos los niños que empiezan la escuela sin haber tenido un examen de la vista.
Se sugiere que los niños tengan exámenes de la vista desde el momento en que entran al kínder y después cada año; mientras los padres y maestros permanecen atentos a posibles señales de problemas visuales como dolor de cabeza o de ojos, desviación de un ojo, enrojecimiento ocular o comezón, parpadeo muy frecuente, dificultad para leer.
Mientras más temprano se detectan y atienden los problemas, más exitoso será el tratamiento. Los exámenes de la vista juegan un papel crítico en este proceso. Hay que tener en mente que los registros visuales que se hacen en las escuelas, aunque son útiles, no sustituyen al examen completo de la vista, ya que no están diseñados para detectar muchos problemas visuales que pueden impactar de manera significativa en tareas como la lectura donde se necesita una visión más eficiente.