Los lentes bifocales le permiten al usuario enfocar tanto lejos como cerca mirando a través de diferentes partes del lente. Se dice que Benjamín Franklin los inventó pero de hecho han existido desde hace varios millones de años.
En los ríos de Norteamérica, la larva del escarabajo buzo caza con un par de lentes bifocales naturales.
El escarabajo aprovecha su aguda visión para acechar otras larvas de insectos en medio de corrientes con frecuencia oscuras. Ve el mundo a través de seis pares de ojos y en 2006 Elke Buschbeck descubrió que cada uno tiene dos retinas, y no hay otro igual en el reino animal.
Cada ojo con forma de tubo tiene un cristalino y dos retinas, una detrás y por debajo de la otra, pero el cristalino enfoca claramente en ambas.
Los humanos son capaces de enfocar ajustando el cristalino para ver objetos a diferentes distancias, pero el escarabajo puede ver cosas lejanas y cercanas al mismo tiempo y con la misma nitidez. Sus bifocales les dan dos ojos por el precio de uno.
Se descubrieron estas propiedades únicas en el cristalino del escarabajo examinándolos cuidadosamente frente al microscopio y proyectando luz a través de ellos. Este simple pero delicado experimento produjo dos imágenes enfocadas a diferentes distancias detrás del cristalino, y estas distancias son exactamente donde se encuentran las retinas. Lo anterior solo es posible mediante lentes bifocales, ya que si fuera una simple malformación (llamada astigmatismo), no produciría dos imágenes claras.
Las dos imágenes producidas por el cristalino no solo estaban situadas a diferentes distancias, también estaban separadas verticalmente por lo que una estaba por encima de la otra, lo que asegura que ambas retinas del escarabajo obtienen una imagen clara.
Los otros cuatro pares son otra historia. Según Buschbeck, tienen campos visuales más grandes y pueden ajustarse al movimiento. Observando a la larva de escarabajo cazar, parece que los ojos laterales se usan para ubicar a las presas, especialmente las que están en movimiento.
Entre los animales vivos, el ojo bifocal del escarabajo es único, aunque es posible que los trilobitas —hoy extintos— usaran cristalinos similares.
A pesar de la increíble variedad de la vida animal, casi todos los ojos de los animales se apegan a unos pocos de diseños básicos, desde los ojos al estilo de la cámara fotográfica en los humanos y pulpos hasta los ojos compuestos de los insectos y sus parientes. Según los investigadores, solo raras veces sucede que se descubre un ojo que diverge fundamentalmente de los tipos conocidos. El ojo bifocal del escarabajo cae en esa categoría.
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