Muchas veces los médicos tienen dificultad para decidir si un paciente que sufre de conjuntivitis alérgica debería no usar sus lentes de contacto por un período de tiempo. Pero generalmente, la respuesta correcta a esta pregunta es fácil de encontrar: simplemente hay que evertir el párpado superior y echar un vistazo.
Si la sección tarsal superior de la conjuntiva muestra hiperemia (enrojecimiento), edema (inflamación) o papilas muy notables, una interrupción corta en el uso de lentes de contacto, de alrededor de dos semanas, es muy buena garantía de alivio.
También puede ser benéfico para estos pacientes empezar un tratamiento con corticosteriodes recetados por el médico, por una semana. Las gotas para la alergia pueden ser usadas cuando se empieza el tratamiento con corticosteroides o después, dependiendo de la severidad de los síntomas.
La clave indicadora es el involucramiento del párpado superior. Si hay hiperemia, edema o papilas muy visibles, es razonable la recomendación de tomar un receso en el uso de lentes de contacto durante el tratamiento. Una vez que el paciente vuelva a usar los lentes de contacto, una semana después, por ejemplo, el uso de corticosteroides o gotas para la alergia, puestas cinco minutos antes de ponerse los lentes de contacto y después de quitárselos, facilitará la transición al uso de sus lentes nuevamente.
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