El verano ya llegó y las clases se terminan por lo que los niños tendrán mucho tiempo para andar afuera. Afortunadamente hay maneras de reforzar el sistema visual también en vacaciones.
- Jueguen a cachar. Si los niños juegan beisbol, qué bueno. Pero no es necesario organizar un equipo de beisbol. 15 minutos diarios cachando la pelota en el parque brindan una gran oportunidad para que los niños fortalezcan su percepción de la profundidad.
- Jueguen tenis. El mismo principio funciona para el tenis, o cualquier deporte que implique coordinación ojo-mano. Pero si el niño aún no es capaz de jugar un juego real, puede ver cuántas veces es capaz de golpear la pelota. No es necesario usar la red. Es mejor que sea un reto para las dos personas más que una competencia.
- Hagan barras de equilibrio. Una actividad que se usa en terapia visual es caminar en una barra de equilibrio. Se puede usar un barrote de 2X4 acomodado en el piso para que el niño camine hacia adelante y hacia atrás. Cuando resulte demasiado fácil, puede intentar atrapar una pelota mientras camina.
- Hagan carreras de obstáculos. Para ayudar a desarrollar la percepción espacial y coordinación en los niños de kinder, podemos alentarlos a pasar sobre, bajo, alrededor y a través de objetos.
- Hacer bombas y reventarlas. Jugar con bombas de jabón es una buena actividad para la percepción de profundidad. Anime a los niños a perseguir y reventar cada bomba.
- Cachar bombas de agua. Esta es una gran actividad para niños que no sobresalen jugando a cachar y es la favorita en los días calurosos. Pueden empezar de cerca e irse alejando a medida que vayan aprendiendo a cachar.
- Armar un mini golf. Consigue unas pelotas de golf y arma un mini campo de golf. Esto estimula a los niños no solo a enfocar en la pelota, sino a ajustar sus ojos a diferentes distancias.
- Excursionen. Caminar es fantástico. Explora con los niños apuntando a objetos tanto lejanos como cercanos.
La clave para hacer estas actividades divertidas para los niños que no están naturalmente inclinados a hacerlas es asegurarse de que la actividad no es muy difícil o demasiado fácil. Los niños participarán de buena gana si aciertan 7 u 8 veces de cada 10. De ser necesario, modifique la actividad si el niño empieza fallando demasiado.
Las modificaciones pueden ser: acercarse, hacer el blanco más grande, una pelota de mayor tamaño, cambiar las reglas para cada persona.
El verano es una gran oportunidad para diferentes tipos de actividades visuales. No solo disfrutarán del aire libre sino que mejorarán su sistema visual. Y la mejor parte es que se divertirán en el proceso.
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