La atenuación y dispersión reducen dramáticamente la cantidad de luz natural disponible bajo el agua, restringiendo la visión natural a la luz del día a solo unos cientos de pies en las mejores condiciones y uno o dos pies en las peores condiciones o de alta turbidez.
Si no hay suficiente luz (sin un auxiliar luminoso de buceo) para la visión de día, muchas capacidades visuales que damos por hecho fuera del agua, serán muy diferentes; incluyendo la agudeza visual, la visión del color, y la buena visión central.
En una situación de poca luz, la agudeza visual es muy pobre y el buzo no será capaz de leer; no tendrá una visión clara debido a que todos los objetos aparecerán blancos, grises o negros; tendrá que mirar indirectamente los objetos, para distinguir mejor que con la visión central. Más aún, para poder ver algo deberá adaptarse a la oscuridad.
Fuera del agua un individuo puede adaptarse gradualmente a la oscuridad durante el crepúsculo y probablemente no note el cambio en la visión; sin embargo, un buzo puede ir de la luz brillante en el bote hacia la oscuridad subacuática y quedar completamente ciego. Para funcionar efectivamente los ojos del buzo deben ajustarse a la iluminación tenue por al menos 30 minutos si ha estado en la luz brillante.
Alguna adaptación sucederá mientras el buzo desciende pero el ritmo de descenso no será tan lento como para hacer de esto una solución práctica, y se necesitarán otras técnicas. Esto es especialmente importante cuando el tiempo de buceo en el fondo es corto y la observación importante.
La manera más efectiva de adaptarse a la oscuridad es permanecer en ella por 15 a 30 minutos antes de bucear. Si esto es imposible, se recomienda el uso de goggles rojos. El sistema de visión nocturna de los ojos es relativamente insensible a la luz roja. Consecuentemente, si se usa un filtro rojo sobre la careta antes de bucear, los ojos se adaptarán parcialmente y al mismo tiempo habrá suficiente luz para seguir con las actividades en la visión de día.
Se ha establecido experimentalmente que el agua de mar altera la visión del color en la misma forma que el uso de lentes azules. Los rayos ultravioleta llegan más lejos mientras que los infrarrojos son absorbidos literalmente a centímetros bajo la superficie del agua. A una profundidad de 5 metros el agua deja pasar más del 45% del sector azul del espectro al tiempo que absorbe más del 60% del sector rojo. Por eso la superficie del agua parece azul.
Algunas actividades bajo el agua son difíciles de realizar aunque el buzo esté entrenado para trabajar con poca luz. En tales casos se recomienda usar iluminación artificial.
Referencia