El neurocientífico Mark Changizi examina esta pregunta en su libro La revolución de la visión. Dice que el ojo humano evolucionó para ver en color en parte para deducir lo que la otra persona siente detectando los sutiles cambios en el color de la piel.
Una de las cosas más importantes de nuestra vida son las caras de las otras personas, y la piel en esas caras. Al cerebro realmente le importa detectar pequeñas diferencias, dijo Changizi.
Los cambios de color que suceden en nuestras caras, como el rubor, revelan mucho sobre la gente. Se puede discernir mucho sobre lo que pasa en el cerebro, de qué humor están y cuales son las emociones de las otras personas.
Además, dijo, el ser capaz de ver el color puede ayudar a conocer el estado de salud de los otros. En las comunidades médicas hace mucho que se usa el color como parte de la sintomatología de ciertas enfermedades. Y si vemos a los niños, notaremos que están cambiando de color todo el tiempo.
Cuando tienen demasiado apretado el pañal inmediatamente se ponen morados. Cada cambio que hacen se refleja en su cara de inmediato. Mucho de esto está relacionado con la medicina pero también con las emociones. Pero más generalmente la idea es que nos dé una impresión de cómo se encuentra otro ser humano, afirma el científico.
Dice que el ojo humano tiene la particularidad de que nos permite ver esos sutiles cambios en el color. Los perros por ejemplo, solo pueden ver el azul, amarillo, negro y blanco. Ellos carecen del receptor para ver el rojo y el verde.
A medida que me adentro en el tema, soy capaz de ver, en base a la oxigenación de hemoglobina que sustenta esos cambios en la piel, cómo deberían ser nuestros conos para ser capaces de sentir la oxigenación y desoxigenación de la hemoglobina. Tienes que tener conos muy particulares a fín de sentir los cambios espectrales que suceden en la piel, o ver las emociones de los otros, concluyó.
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