Se calcula que entre 5 y 15 % de los pacientes con glaucoma gastan grandes cantidades de dinero en medicamentos alternativos basados solo en su impresión de que les ayudará a tratar su glaucoma.
Sin embargo, no hay datos que apoyen el uso de ninguna medicina alternativa para prevenir el glaucoma o su progreso.
Algunas alternativas son prometedoras mientras que otras pueden tener efectos nocivos. Los potenciales efectos colaterales y las interacciones con otros medicamentos podrían incluso empeorar la situación.
Los medicamentos de venta libre no están tan regulados por la FDA en comparación con los medicamentos de receta, y pueden no contener los ingredientes que se indican en la etiqueta. Algunos ejemplos son:
Antioxidantes. Algunas investigaciones sugieren que los antioxidantes pueden ser útiles en el manejo del glaucoma, pero no se sabe si pueden prevenir la pérdida de visión. Los medicamentos antioxidantes potencialmente útiles pueden ser el ácido alfa lipóico, vitamina C, beta-caroteno, vitamina E, luteína, zinc, melatonina, te verde, resveratrol y omega 3. Las frutas comunes y verduras también son antioxidantes. Sin embargo, ninguna de estas sustancias ha pasado los requisitos de los estudios clínicos.
Se sabe que el alcohol baja la presión intraocular (PIO) pero por un tiempo muy corto y con grandes efectos colaterales, por lo que no es recomendable su consumo. La marihuana también baja la PIO pero solo un poco y también con muchos efectos colaterales. Hay quienes recomiendan la meditación y la acupuntura pero no hay evidencia de que estos métodos tengan efecto en el manejo del glaucoma.
El ejercicio moderado baja la PIO y mejora el aporte sanguíneo al nervio óptico. Esta fuente natural de terapia se sugiere no solo con el fin de controlar el glaucoma sino también para conseguir un mejor estado de salud del sistema cardiovascular. Un estudio reportó que el ejercicio moderado estuvo asociado con un 14% de descenso en la PIO, otro encontró que las personas que hacían ejercicio aeróbico por 10 minutos experimentaban un descenso en la presión intraocular , y dos pruebas reportaron que personas que se ejercitaron por 3 meses tuvieron un moderado descenso en la PIO que duró 3 semanas después de que el programa de ejercicios había terminado. Sin embargo, queda la duda de si el ejercicio se limita a bajar la PIO o realmente tiene un impacto en la prevención de la pérdida de campo visual en el glaucoma.
Conclusión. Si algún medicamento alternativo muestra algún efecto sobre el control del glaucoma las compañías farmacéuticas intentarán abrir mercado para su venta.
Lo mejor que pueden hacer los pacientes con glaucoma es seguir las recomendaciones de su oculista, y mantener un estilo de vida saludable con una dieta apropiada, ejercicios adecuados y dormir lo suficiente.
John Hetherington, Jr., MD, Profesor Clínico de Oftalmología en la Universidad de California en San Francisco.
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