Un nuevo ojo artificial, compuesto y curvo, llamado CuvACE, ha sido creado por investigadores de la Universidad de Marsella, Centre national de la recherche scientifique (CNRS), y la Universidad de Tuebingen, entre otras instituciones.
El CurvACE tiene incorporado un proceso de visión programable. Mientras que las cámaras comunes están inspiradas en los ojos simples de los mamíferos, la mayoría de las especies de animales usan ojos compuestos, que consisten en un denso mosaico de pequeños ojos. Comparados con los ojos simples, los ojos compuestos ofrecen menor resolución pero campos visuales mucho más grandes, y casi sin distorsión; características muy útiles para la detección de movimientos en tareas como prevención de colisiones, estimación de distancias, y aterrizaje.
Se han hecho intentos para desarrollar ojos artificiales compuestos, pero ninguna de las soluciones propuestas incluyen detección de movimientos rápidos en amplios rangos de iluminación como hacen los insectos.
Este nuevo ojo artificial compuesto curvo CurvACE puede tener un campo de visión panorámico teniendo menos de 1 mm de grosor. Adicionalmente puede obtener imágenes tres veces más rápido que la mosca de la fruta.
Además, el ojo compuesto artificial incluye un proceso de visión programable que permite la personalización de aplicaciones donde la detección del movimiento es importante, como en robots o micro vehículos aéreos, supervivencia o instrumental médico.
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