30 octubre 2013

Por qué la córnea es transparente

Científicos del departamento de Oftalmología de Harvard, del Instituto de Investigación del ojo, y Enfermería del Ojo y Oído de Massachusetts son los primeros en saber porqué la córnea está libre de vasos sanguíneos –un fenómeno único que hace posible la visión.

La clave, dicen los investigadores, es la inesperada presencia de grandes cantidades de la proteína de factor de crecimiento vascular endotelial VEGFR-3 (vascular endothelial growth factor receptor-3) en la capa epitelial superior de las córneas normales y sanas.

De acuerdo a sus descubrimientos, la VEGFR-3 detiene la angiogénesis (crecimientos de los vasos sanguíneos) neutralizando los factores de crecimiento enviados por el cuerpo para estimular el crecimiento de los vasos sanguíneos.

La córnea, desde hace mucho se sabe, tiene la sorprendente e inusual propiedad de no tener vasos sanguíneos, pero las razones exactas de esto permanecían desconocidas.

Estos resultados publicados en julio de 2006 en la revista de la Academia Nacional de Ciencias, no solo resuelven un profundo misterio científico, sino también significan una gran promesa para prevenir la ceguera y enfermedades como el cáncer, en la cual los vasos sanguíneos crecen de manera anormal e incontrolada, ya que este fenómeno, presente de manera normal en la córnea, puede ser usado como terapia en otros tejidos.

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23 octubre 2013

Algunas causas de ojo rojo


Los parpados sirven para dos funciones principales: proteger el ojo y proveer de lágrimas. Específicamente los párpados tienen un mecanismo que bombea las lágrimas y las distribuye sobre el ojo.

La blefaritis es una inflamación del margen de los párpados y puede estar asociada con infección por bacterias o tener un origen seborréico. Las personas afectadas pueden presentar enrojecimiento del margen de los párpados, ojos rojos y mal funcionamiento de las lágrimas. El tratamiento incluye higiene de los párpados y antibióticos si es necesario.

Secundariamente la blefaritis puede causar ojo seco. Pero también factores hormonales, ocupacionales y ambientales, así como el uso de ciertos medicamentos como antihistamínicos, pueden causar ojo seco.

Las molestias provocadas por ojo seco incluyen lagrimeo, sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento y desechos en las lágrimas.

Una lágrima anormal puede provocar queratoconjunitvitis seca, y esta anormalidad puede ser originada por la edad, los cambios hormonales, y enfermedades como el síndrome de Sjögren o deficiencia de vitamina A.

Los ojos secos pueden ser tratados con lágrimas artificiales; y en casos severos pueden usarse lentes de protección.

El orzuelo es una inflamación de los párpados que resulta de una infección por bacteria y puede ser dolorosa. El tratamiento en los casos leves puede consistir en compresas de agua caliente, pero en casos más severos puede ser necesario el uso de antibióticos.

La conjuntiva es una membrana hecha de epitelio y sustancia propia, y está dividida en la parte que cubre los párpados por dentro y la parte que cubre la esclera del globo ocular.

La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva que tiene muchas presentaciones y causas. Puede ser causada por bacterias, alergias o virus.

El tratamiento para la conjuntivitis bacterial incluye instrucción sobre la higiene y terapia con antibióticos de aplicación local. La conjuntivitis por virus también requiere higiene y el uso de terapia antibiótica. La conjuntivitis alérgica puede ser tratada con antihistamínicos y de ser necesario con desinflamatorios. La mayoría de las conjuntivitis pueden ser fácilmente tratadas con agentes de aplicación local.

Sin embargo, los casos de conjuntivitis bacterial aguda, también necesitan terapia antibiótica sistémica.

El uso de lentes de contacto puede resultar en un ojo rojo por resequedad, reacciones tóxicas, irritación en la córnea y sobreuso. Cuando se presentan úlceras en la córnea debido al uso de lentes de contacto se debe descontinuar su uso de empezar un tratamiento agresivo para evitar secuelas.

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Foto de Tichua99

16 octubre 2013

Efectos oculares de los medicamentos sistémicos: analgésico, antihistamínico y anticoagulante

El fenómeno del dolor evolucionó como un mecanismo de alerta hacia el animal sobre algún daño real a su cuerpo. Esto entonces resultó en una respuesta evasiva para prevenir la progresión del daño.

El dolor en varias partes del cuerpo, incluyendo dolor de cabeza y ojos, es con frecuencia una de las causas más comunes por las que las personas acuden al médico.

Cuando una persona va con el médico a causa de algún dolor, lo más importante es el registro del historial detallado.

Para eliminar el dolor se usan los analgésicos. Existen muchos analgésicos que incluyen a los llamados desinflamatorios no-esteroideos DNE. El más comúnmente usado es la aspirina

Los DNE tienen una acción analgésica e inhiben la inflamación que es una respuesta protectora del cuerpo contra agresión física, química o infecciosa. La inflamación tiene cinco características: dolor, enrojecimiento, hinchazón, calor y pérdida de función.

No se conocen efectos oculares adversos por el uso de medicamentos DNE.

La histamina se secreta casi inmediatamente después de que un alergeno entra al cuerpo como una reacción inmediata de hipersensibilidad y tiene profundos efectos. La activación de los mastocitos juega un rol central en el desarrollo de la reacción alérgica ocular.

El principal antagonista de la histamina es la ranitidina. Los efectos oculares del antihistamínico son de interés académico más que de significancia clínica. A mediados de la década de 1980 se reportó que la ranitidina provocó un defecto en la visión del color de un niños de 12 años, lo que sugiere que puede tener un efecto en los conos de la retina.

Los antihistamínicos también pueden dilatar la pupila, lo que puede causar un ataque agudo de glaucoma en individuos con ángulo iridocorneal estrecho.

Los pacientes que tienen tendencia a la trombosis requieren anticoagulantes. Su uso puede provocar hemorragias intraoculares incluyendo hifema, hemorragias subconjuntivales y hemorragias retinales, pero una investigación mostró que la incidencia de esos efectos es tan pequeña que los médicos no deberían dejar de recetarla.

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09 octubre 2013

El sobreuso de los lentes de contacto

Las personas que usan los lentes de contacto durante más tiempo del recomendado, o que los usan indebidamente para dormir corren el riesgo de desarrollar problemas como ojo rojo agudo o “lente apretado”.

Signos y síntomas. Con frecuencia estas personas se levantan en la mañana con dolor ocular, acompañado de enrojecimiento, lagrimeo, mala visión y molestias por la luz.

Generalmente los signos incluyen un episodio de inflamación corneal aguda con enrojecimiento severo y dolor. Si la persona no puede quitarse el lente de contacto, el examen mostrará un lente sin movimiento y con desechos atrapados en la zona óptica. Después de remover el lente puede aparecer un teñido corneal con el patrón de los desechos mostrados.

Fisiología. Cuando el ojo está abierto, en condiciones normales, recibe su aporte de oxígeno directamente de la atmósfera. Cuando el ojo está cerrado o cubierto por el lente de contacto el oxígeno llega a la superficie anterior de la córnea mediante la difusión desde la conjuntiva palpebral superior.

Los lentes de contacto, en especial los de hidrogel, pueden reducir la cantidad de oxígeno que llega a la superficie anterior de la córnea. El movimiento de los lentes de contacto, la permeabilidad al oxígeno, el grosor y el tiempo de uso todos influyen en la disponibilidad de oxígeno para la córnea.

El manejo clínico de este problema empieza con suspender el uso de los lentes de contacto. La agudeza visual, la evaluación del dolor ante el movimiento de los ojos y las molestias por la luz, brindarán indicios sobre el grado de inflamación.

El exámen con el biomicroscopio descubrirá la presencia de defectos en el epitelio de la córnea o inflamación corneal. La tinción con fluoresceína en la superficie de la córnea expondrá áreas comprometidas y le permitirá al oculista evitar una úlcera. Si existen lesiones corneales el médico podrá recetar una terapia con antibióticos. Si las complicaciones no son mayores se sigue con la educación del paciente y tratamiento con lubricantes oculares, además de la revisión periódica hasta la solución del problema.

En casos severos el oculista podría recetar desinflamatorios dependiendo del impedimento visual que presente, la incomodidad y la severidad de la inflamación.

Una vez resuelto el problema puede considerarse la readaptación de los lentes de contacto. Siempre teniendo en cuenta que las personas que han tenido un episodio de complicaciones oculares debidas al uso de lentes de contacto son susceptibles de repetirlo. Por lo tanto estos usuarios deben ser educados en el uso adecuado de los lentes de contacto.

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02 octubre 2013

El reflejo pupilar

La respuesta de la pupila ante la luz es un reflejo que controla el diámetro de la pupila ante la intensidad de la luz que llega a la retina, ayudando a la adaptación en varios niveles de oscuridad y luz.

Intensidades más grandes de luz provocan que la pupila disminuya, para que entre menos luz, mientras que menos luz hace que la pupila se abra para permitir la entrada de más luz.

Además de controlar la cantidad de luz que entra en el ojo, el reflejo pupilar a la luz constituye una herramienta de diagnóstico muy útil, ya que permite examinar la integridad de las funciones motoras y sensoriales del ojo.

Bajo condiciones normales, las pupilas de ambos ojos responden igualmente al estímulo luminoso, sin importan cuál de los dos ojos está siendo estimulado.

La luz que entra a un ojo produce la disminución del tamaño de la pupila de ese ojo, en respuesta directa, pero también la disminución de la pupila del otro ojo, en respuesta consensual. Comparar estas dos respuestas en ambos ojos ayuda a localizar una lesión.

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Foto de Onion