Las personas con hemorragia subconjuntival HS con frecuencia presentan áreas focales o difusas de sangre bajo la conjuntiva, sin dolor y sin mala visión.
La hemorragia puede oscurecer solo un pequeño sector de la esclera o cubrir enteramente la conjuntiva. Si la hemorragia se localiza en la conuntiva superior, no es extraño que por la gravedad la sangre se mueva hacia abajo y parezca que la hemorragia está creciendo.
Inicialmente la hemorragia es rojo brillante pero el color cambia hacia verde amarilloso, a medida que se resuelve.
La mayoría de las veces las hemorragias subconjuntivales no son de importancia para la salud ocular y se deben a causas inocuas pero para saberlo el especialista debe revisar la historia clínica de la persona.
Un golpe, aún leve al ojo, o incluso tallarlos vigorosamente, puede provocar una HS. Con frecuencia un detallado cuestionario puede hacer que la persona recuerde algun incidente que pudo provocar la HS.
Entre las causas de aparición de HS pueden encontrarse golpes al globo ocular, cirugías realizadas al ojo o sus anexos, como cirugía de cataratas o para extracción de chalazión. Y aún la cirugía refractiva LASIK puede provocar tales hemorragias. Nacimientos traumáticos pueden provocar HS en el recién nacido.
Actividades tan diversas como levantar cosas pesadas, tos, vómitos, inflar globos pueden provocar HS. La asfixia también causa que los vasos del cuello se compriman con un rápido incremento en la presión venosa y subsecuente ruptura de los delicados vasos subconjuntivales. Otras actividades físicas como bailar, levantar pesas e incluso pararse de cabeza pueden provocar HS.
La hipertensión arterial es una causa común de HS, especialmente en personas mayores de 50 años. Este tipo de hemorragia espontánea puede ser el primer signo de hipertensión arterial.
Otras enfermedades asociadas con HS incluyen diabetes, hipertiroidismo y desórdenes en la coagulación de la sangre.
Cualquier medicamento que inhiba la coagulación puede causar HS, incluyendo los desinflamatorios y la aspirina.
Todas las personas con hemorragia subconjuntival deberían medirse la presión arterial. Y aquellos que presenten HS recurrentes hacer exámenes de laboratorio como un conteo completo de sangre que mida el tiempo de protrombina (para detectar problemas de coagulación) y las plaquetas.
Si la HS es mediana, monocular o es la primera aparición, con frecuencia solo es necesario medir la presión sanguínea. También se pueden aplicar fomentos de agua helada cuatro veces al día por 4 minutos, durante las primeras 48 horas. Pueden usarse gotas de lágrima artificial si hay alguna molestias ocular adicional.
Mientras el problema se resuelve, la persona deberá abstenerse de frotarse los ojos, sonarse la nariz y cualquier actividad que implique algún esfuerzo.
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