Una vida físicamente activa y el consumo ocasional de alcohol están asociados con un riesgo reducido de desarrollar trastornos de la visión, de acuerdo a un estudio recientemente publicado en la revista Ophthalmology.
Buscando cómo disminuir el crecimiento de trastornos de la visión, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wisconsin examinaron la relación entre la incidencia de trastornos de la visión y tres comportamientos modificables del estilo de vida: fumar, beber alcohol, y permanecer físicamente activos.
La investigación se realizó como parte del Estudio de los Ojos Beaver Dam, un estudio de cohorte a largo plazo de 1988 a 2013 de cerca de 5000 adultos de 43 a 84 años.
Los investigadores encontraron que en 20 años desarrollaron trastornos de la visión el 5.4% de la población y la variación con respecto a los estilos de vida fué como sigue:
- Se consideró persona físicamente activa a personas que hacen actividad regular 3 o más veces a la semana. A los 20 años, y después de hacer un ajuste por edades, las cifras muestran un 58% de menor probabilidad de desarrollar trastorno visual en aquellos que permanecieron físicamente activos comparados con los que se mantuvieron sedentarios.
- Se consideró bebedor ocasional a quienes habían consumido alcohol en el último año, pero reportaron menos de una vez en una semana normal. A los 20 años, y después de hacer un ajuste por edades las cifras muestran 49% menos probabilidad de desarrollar trastornos de la visión en los bebedores ocasionales comparados con quienes no consumieron alchohol.
- Aunque la probabilidad fué más alta en los grandes bebedores y los fumadores, en comparación con personas que nunca beben de más y nunca fuman, respectivamente, la asociación no fué estadísticamente importante.
Aunque el estudio brinda el riesgo estimado de la asociación de factores del estilo de vida con la incidencia de trastornos visuales, los datos no prueban que estos hábitos sean directamente responsables del incremento de riesgo.
“Mientras que la edad es generalmente uno de los factores de riesgo más fuertemente asociados para muchas enfermedades de los ojos que causan trastornos visuales, es un factor de riesgo que no podemos cambiar,” dijo el Dr. Ronald Klein, investigador principal del estudio. “Los hábitos del estilo de vida como fumar, beber, y hacer actividad física, sin embargo, pueden modificarse. Así, es promisorio, en términos de posible prevención, que estos hábitos estén asociados con el desarrollo de trastornos visuales en el largo plazo.
Sin embargo, se necesitan investigaciones posteriores para determinar si modificar estos hábitos llevará a la reducción de la pérdida visual.”
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