Para ver el ángulo iridocorneal, que es el ángulo formado por el iris y la córnea, el especialista necesita, en algún sentido, superar la reflexión interna del ojo. Esto puede lograrse hoy con una variedad de lentes, pero la primer gonioscopia fué realizada con un oftalmoscopio de indentación.
La primer persona en examinar el ángulo iridocorneal en un humano vivo fué el oftalmólogo griego Alexios Trantas en 1898. Trantas tenía un consultorio privado. Fué un observador excepcional; por ejemplo, fué el primero que identificó los infiltrados conjuntivales en la conjuntivitis vernal.
Trantas fué capaz de ver el ánglo usando un oftalmoscopio directo mientras indentaba la esclera con su dedo. En realidad estaba más interesado en ver el cuerpo ciliar, la ora serrata y la retina anterior.
Haber visto el ángulo iridocorneal fué un accidente afortunado. Hizo dibujos notablemente detallados del ángulo, y sus descripciones fueron incluídas en el apéndice de un artículo que describía la región retrociliar.
Fué Trantas el que acuñó el término "gonioscopia", para referirse a la "observación del ángulo", en su nativa Grecia.
Referencia