Dennis Hewitt ha usado lentes casi toda su vida y acostumbra hacerse revisiones regulares. Pero en su último examen, el optmetrista detectó algo fuera de lo ordinario y el Sr. Hewitt fue enviado al oftalmólogo para exámenes posteriores.
Fue durante estas visitas de siguimiento que el oftalmólogo notó pequeños puntos de sangre en sus retinas. "Se refería a pequeños puntos rojos", recuerda el Sr. Hewitt. "Había cinco o seis en cada ojo, parecían como un punto que hubiera hecho un bolígrafo que cae de punta en una hoja." Cada punto era una marca de sangre, que según el oftalmólogo era signo de diabetes o leucemia.
Al Sr. Hewitt se le mandó hacer un examen de sangre el mismo día. Unos días después fué informado que tenía una rara forma de leucemia llamada de células pilosas.
En los meses que siguieron el Sr Hewitt tuvo exámenes de médula ósea y de sangre, una transfusión de sangre y una semana de quimioterapia.
Sorpresivamente, esta no fué la primer vez que alguien de la familia del Sr Hewitt fue salvado por un examen de la vista. Un ojo de su padre se había inflamado a causa de que la glándula del timo crecía dentro de su pecho; él habría muerto si no hubiera sido detectado y removido a tiempo.
Aunque aún no se le ha dado de alta, el Sr. Hewitt dijo que su última ronda de pruebas mostró que su recuento de glóbulos rojos volvía a la normalidad.
El Sr. Hewitt dijo que estaba agradecido de que su condición también fue detectada a tiempo, dándole la mejor oportunidad de recuperación completa. Dijo que animaría a todos a hacerse examinar sus ojos.
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