26 julio 2017

Nistagmo tratado con implante magnético

Una condición que causa un movimiento involuntario de los ojos en cerca de una de cada 400 personas ha sido tratada usando imanes implantados atrás de los ojos de un paciente. El estudio de este caso, publicado en Ophthalmology, es el primero que se sabe que usa un implante para controlar el movimiento de los ojos.

Investigadores de la University College London y la University of Oxford desarrollaron un juego de implantes magnéticos para tratar el nistagmo en un paciente que desarrolló la condición a los 40 años de edad.

El tratamiento incluyó implantes magnéticos en el piso orbital de cada ojo, y acomodar otro imán en los músculos extraoculares que controlan el movimiento de los ojos.

Los imanes son capaces de controlar los movimientos oculares involuntarios que caracterizan el nistagmo sin ser demasiado restrictivos dado que la fuerza de los movimientos de parpadeo es más débil que los movimientos voluntarios de los ojos.

La prueba después de que los imanes fueron implantados reveló que la agudeza visual del paciente había mejorado y no hubo ningún impacto negativo en su rango funcional de movimiento. Más de cuatro años después, el paciente reporta una mejora significativa en las actividades diarias y ha logrado regresar al empleo remunerado. Tiene un grado de visión doble, pero ésto estaba presente antes de que los imanes fueran implantados.

El autor principal Dr. Parashkev Nachev explicó a Optometry Today que el impacto en la vida cotidiana del nistagmo podría ser tan perturbador como la degeneración macular. "Una de las cosas que a menudo se descuida con el nistagmo es lo profundamente perturbador que es el efecto sobre la función visual", añadió.

Los investigadores ahora están reclutando pacientes para un ensayo clínico más grande que implica entre seis y 12 personas.

Antes de implantar los imanes en el paciente, los investigadores probaron los implantes externamente usando una lente de contacto a medida. "Podíamos ver que se detuvo, o disminuyó la oscilación del ojo, pero el paciente todavía podía cambiar su mirada", compartió el Dr. Nachev. Las prótesis magnéticas fueron implantadas en dos sesiones separadas por el profesor Geoff Rose y David Verity en el Moorfields Eye Hospital. Los imanes estaban envueltos en titanio —un material que se ha utilizado en pacientes durante décadas y no tiene reacciones adversas con el tejido.

Es la primera vez que un implante se utiliza para alterar el movimiento normal del ojo y abre nuevas vías de tratamiento para una amplia gama de condiciones. El Dr. Nachev resumió que el estudio del caso era una ilustración de un concepto más general: que los problemas neurales no siempre tienen soluciones neurales. "Debido a que la neurología es tan compleja y los mecanismos son a menudo tan diversos a veces tenemos que ser innovadores y pensar más allá de la línea, teniendo en cuenta otros puntos en el camino", explicó. "Lo más importante con cualquier tratamiento potencial es que ayuda a alguien que actualmente no se puede ayudar", concluyó el Dr. Nachev.

Referencia

Foto de Congerdesign