Resumen del escrito de Leslie O'Dell y Ben Gaddie para Review of Optometry.
Un estimado de 2.2 millones de americanos tienen glaucoma y 20 millones tienen ojo seco —es muy probable que los especialistas vean pacientes que estén diagnosticados con ambos padecimientos.
Las investigaciones sugieren que la comorbilidad de ojo seco en pacientes tratados tópicamente por hipertensión ocular y glaucoma podría alcanzar entre 20% y 59%. Pero pocos se detienen a considerar la asociación entre estas dos enfermedades crónicas y progresivas. Con frecuencia, es casi imposible saber cuál enfermedad llegó primero y qué tanto del ojo seco es iatrogénico —causado inadvertidamente por un tratamiento o procedimiento médico.
El ojo seco puede provenir del tratamiento médico de glaucoma, por ejemplo. Los estudios muestran que 38% de los pacientes con glaucoma están usando sustitutos de la lágrima, y el principal medicamento para glaucoma viene con efectos secundarios como alergia, toxicidad, efectos inmunoinflamatorios, queratitis punctata, inflamación conjuntival y disrupción de la película lagrimal.
Con cada medicamento adicional incluído en el tratamiento para glaucoma, el riesgo de un evento adverso o posible exacerbación del ojo seco se multiplica.
Los medicamentos para bajar la presión intraocular son el principal tratamiento para glaucoma, pero no solo contienen sus ingredientes activos para bajar la presión, sino también excipientes, incluyendo preservativos y agentes viscosos, todos los cuales pueden impactar negativamente a la superficie ocular. Algunos factores de riesgo incluyen la duración del tratamiento, la concentración de preservativos en el medicamento, el número de medicamentos usados, una presión intraocular más alta y la severidad de la enfermedad.
Las pruebas clínicas de medicamentos para glaucoma en general no representan sus efectos en la superficie ocular debido a que los pacientes en riesgo de enfermedad de la superficie ocular se excluyen, la duración del estudio es corta y no evaluan los efectos de la medicación múltiple en la superficie ocular.
El pH de un medicamento es importante para la penetración corneal y la absorción del agente terapéutico. Una película lagrimal saludable tiene un pH de entre 7.3 y 7.7 y está en el nivel más bajo (más ácido) en la mañana al despertar. Para que el medicamento de glaucoma no sea incómodo el pH debería estar entre 6 y 8. Un medicamento dentro de ese rango permite una mejor absorción debido al menor lagrimeo por incomodidad, así como menor riesgo de daño al tejido. Algunas gotas como Trusopt, Cosopt y Zioptan tienen pH de 5.6 haciendo que se incrementen los síntomas de irritación y lagrimeo.
Algunas otras contienen preservativos como cloruro de benzalconio (CB) que es necesario para prevenir la contaminación por microbios y prevenir la descomposición del ingrediente activo, pero no es ideal para la salud de la córnea, ya que rompe la película lagrimal. Según algunos estudios, eliminar el preservativo disminuye la sensación de ojo seco.
Cuando no se atiende el problema, el ojo seco puede impactar el manejo del glaucoma ya que el incremento de los síntomas puede llevar al incumplimiento con el medicamento, además de que la ruptura de la película lagrimal puede afectar la confiabilidad de el examen del campo visual. También en el manejo quirúrgico del glaucoma es importante la salud de la superficie ocular, debido a que la inflamación provocada por el uso de CB puede provocar desgarro conjuntival.
Referencia