Escrito por Thomas A Wong para Optometry Times.
La búsqueda de soluciones cognitivas en el cuidado de la salud está en marcha. ¿Optará la optometría por usar tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial (IA) para mejorar los resultados de los pacientes o permanecerá temerosa y reactiva cuando se trate de cambios significativos?
El potencial para mejorar los servicios médicos mediante el uso de aprendizaje automático ha sido bien documentado. En noviembre de 2016, en la versión en línea de el Journal of the American Medical Association (JAMA) apareció un artículo que discutía la aplicación de la IA en el diagnóstico de la retinopatía diabética.
Mientras el cuidado de los ojos en el mundo ha quedado fijo en la telemedicina y los exámenes oculares en línea, los robots están diseñados para impactar nuestro mundo del siglo XXI.
Viviendo en Nueva York, he visto el movimiento de usar el teléfono para llamar un taxi hasta usar el smartphone para llamar un Uber. Dentro de unos años, carros eléctricos y autónomos pueden transformar la industria del taxi. El eventual éxito de los carros automanejados y el éxito de la IA en el cuidado de la salud dependerá del desarrollo de aplicaciones óptimas. Para que la IA tenga éxito en el cuidado de los ojos, deberá ser capaz de mejorar el actual servicio que damos a los pacientes.
El software Forum (Zeiss), Synergy (Topcon) y Spectralis (Heidelberg Engineering) para monitorear la progresión del glaucoma ha transformado y mejorado la atención de los pacientes con glaucoma. Proporciona una mirada temprana y profunda sobre el uso de la robótica y la IA en optometría.
Un estudio de Harker School en San Jose, California, y el Byers Eye Institute de la Stanford University Medical School desarrollaron y evaluaron de forma independiente un algoritmo de aprendizaje profundo basado en datos como una herramienta de diagnóstico para detectar retinopatía diabética (RD). El algoritmo analizó imágenes de fondo de ojo y casos identificados para referencia médica. Los investigadores concluyeron que un algoritmo de calificación basado en inteligencia artificial totalmente basado en datos tiene el potencial de examinar la fotografía del fondo de ojo en pacientes diabéticos.
La diabetes afecta a más de 415 millones de personas en todo el mundo. El uso prudente de la IA podría reducir la pérdida global de visión por RD.
Además de las aplicaciones de la IA en el tratamiento de la RD, los algoritmos de aprendizaje profundo están siendo evaluados por su valor para el tratamiento de la progresión del glaucoma.
El software de análisis de progresión de glaucoma es comúnmente usado en la práctica optométrica. Visulytix ha desarrollado una plataforma de IA retinal llamada Pegasus que detecta autónomamente el glaucoma a través de la evaluación del disco óptico al mismo tiempo que se clasifica la etapa de RD del paciente.
Probablemente la IA se convierta en un objeto común en los próximos años ayudando a los optometristas y oftalmólogos a tomar decisiones clínicas reduciendo los errores médicos y la variabilidad en el cuidado del paciente.
A medida que la tecnología siga influenciando la optometría, la IA continuará haciendo cambios importantes. El reto es doble. Primero, debemos adoptar las innovaciones como la IA. Segundo, debemos ser objetivos en evaluar y adoptar la IA para que la optometría madure como profesión.
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