Escrito por Selina Powell para Optometry Today.
La atropina puede ser el método más efectivo para controlar la miopía, pero se necesitan investigaciones posteriores antes de que el tratamiento pueda ser recomendado, dijo el Profesor Augusto Azuara-Blanco a los delegados al evento 100% Optical (12–14 enero, ExCeL London).
Al evaluar la evidencia acumulada sobre miopía, el profesor Azuara-Blanco destacó que se completaron más de 580 ensayos controlados aleatorios sobre el tema. Sin embargo, observó que los ensayos pueden no ser conclusivos o tener un alto riesgo de sesgo.
Un ensayo bien diseñado incorporará varios factores, que incluyen el ocultamiento de la asignación, los tratamientos de control y una baja tasa de deserción. El informe selectivo también puede influir en cuáles investigaciones se publican. "Si usted es un investigador y realiza un ensayo en el que no encuentra una diferencia, es menos probable que se publique el ensayo", dijo el profesor Azuara-Blanco.
Enfatizó la importancia de las revisiones sistemáticas para determinar si un tratamiento es efectivo. Es posible que se pueda encontrar un efecto en un solo ensayo por casualidad, compartió el profesor Azuara-Blanco. "Es solo la acumulación de pruebas individuales lo que le dará confianza para decir que un efecto es verdadero", enfatizó.
En cuanto a la evidencia disponible sobre la miopía, compartió los resultados de una Revisión Cochrane sobre la miopía en niños. La revisión encontró que las lentes de contacto permeables al gas con corrección insuficiente no tuvieron efecto, mientras que las lentes multifocales disminuyen la progresión de la miopía, pero solo ligeramente.
El profesor Azuara-Blanco mencionó una evaluación de ortoqueratología en 2011 que analizó los resultados de 13 estudios. Solo uno de esos estudios era de alta calidad. La evaluación sugirió que, si bien la ortoqueratología puede funcionar, el efecto no es muy grande.
Finalmente, un meta-análisis de 2016 con 30 ensayos de miopía concluyó que la intervención más efectiva puede ser farmacológica. El profesor Azuara-Blanco dijo que no hay estudios grandes en poblaciones europeas que usen atropina y, en la actualidad, no hay pruebas suficientes para recomendarla como tratamiento.
Él dirige un ensayo aleatorizado multicéntrico que evalúa las gotas oculares de atropina en dosis bajas para niños con miopía. El ensayo involucra a 289 niños miopes, 96 recibieron un placebo y 193 administraron una gota de atropina al 0.01% en cada ojo todos los días durante dos años.
El ensayo también medirá el cumplimiento del tratamiento, compartió el profesor Azuara-Blanco. Después del tratamiento de dos años, se dará un seguimiento de cinco años.
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