La conjuntivitis infeccionsa es una inflamación de la conjuntiva, que es la membrana mucosa que cubre la parte interior de los párpados. Normalmente afecta ambos ojos al mismo tiempo, aunque puede empezar en un ojo y transferirse al otro después de un día o dos.
En algunos casos es asimétrica y más severa en el primero ojo.
La conjuntivitis puede ser causada por virus o bacterias y aunque generalmente no es grave puede ser muy desagradable.
La conjuntivitis viral es la causa más frecuente de conjuntivitis infecciosa. Está relacionada con resfriados y usualmente causada por adenovirus.
Este tipo de conjuntivitis es muy contagiosa y puede fácilmente transmitirse de persona a persona e incluso causar epidemias. Se transmite directamente mediante las manos contaminadas o el uso de objetos contaminados como toallas o almohadas.
Por otro lado, en las conjuntivitis bacterianas, estos microorganismos pueden originarse en la piel del paciente, en el tracto respiratorio o pueden ser transmitidas por otra persona que tiene conjuntivitis. En raras ocasiones son causadas por gérmenes más agresivos como la pseudomona aeruginosa en los estuches de lentes de contacto.
Los síntomas de conjuntivitis viral son : ojos rojos, puede haber un aumento del tamaño de los nódulos linfáticos, que puede causar dolor alrededor del cuello.
Este tipo de conjuntivitis también puede afectar la córnea (queratitis), que pueden llevar a reducción de la visión.
Las conjuntivitis bacteriales afectan ambos ojos por igual. Estos síntomas son usualmente menos severos e incluyen: incomodidad de los párpados, enrojecimiento de ojos, comezón y sensación de cuerpo extraño, secreciones, normalmente con mucho moco, que puede pegar los párpados por las mañanas, no causa una incomodidad considerable, pero puede provocar visión borrosa debido a las secreciones.
Las conjuntivitis se diagnostican a través de la evaluación clínica por un oftalmólogo. Si se sospecha, puede haber una prueba específica para buscar el adenovirus en la conjuntiva.
No hay un tratamiento efectivo para la conjuntivitis viral. Se da tratamiento con lubricantes para disminuir la incomodidad.
Debido a que es muy contagiosa es esencial seguir las estrictas regulaciones de higiene con respecto a lavarse las manos, la cara y los objetos que se sospeche estén infectados.
Cuando la causa es específicamente el virus del herpes, se requiere de un tratamiento antiviral específico.
En cualquier caso, solo el oftalmólogo puede recetar corticosteroides.
La conjuntivitis bacterial normalmente es tratada con antibioticos de amplio espectro en gotas para los ojos o ungüento. Además las secreciones deben ser removidas mediante enjuagues de solución salina.
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