Escrito por Michel Michaelides, Niamh B Stover, Peter J Francis, Richard G Weleber.
Este es el resumen de un estudio que tuvo por objetivo informar los hallazgos clínicos detallados de pacientes con toxicidad retiniana que se desarrollaron como consecuencia del uso de sulfato de hidroxicloroquina (n = 13), fosfato de cloroquina (n = 2) o una combinación de los agentes (n = 1).
Se realizaron exámenes oftalmológicos, fotografía de fondo de ojo, pruebas de campo visual y evaluación electrofisiológica detallada en los 16 pacientes afectados. Los pacientes seleccionados también tuvieron tomografía de coherencia óptica del dominio espectral (n = 6) e imágenes de autofluorescencia de fondo (n = 4).
Dieciséis mujeres (edad media, 67 años; rango, 44-85) fueron monitoreadas durante 7 años. La duración media del tratamiento con hidroxicloroquina fue de 13 años (rango, 2-20). En pacientes en los que se podía estimar la dosis diaria de hidroxicloroquina (12 de 13), cuando se usaba el peso corporal real, 8 tomaban 6,5 mg/kg o menos y 4 tomaban una dosis mayor a la recomendada.
Sin embargo, si se utilizó el peso corporal magro, 3 pacientes tomaron 6.5 mg/kg o menos y 9 tomaron una dosis mayor que ésta diaria.
El síntoma de presentación más común fue la dificultad para leer.
Los hallazgos del fondo de ojo variaron desde cambios epiteliales leves de pigmento retiniano hasta maculopatía de ojo de buey, 6 mostraban evidencia de disfunción retiniana generalizada.
Los 15 pacientes que se sometieron a pruebas de electroretinografía tenían evidencia de disfunción bilateral del cono macular. Se observaron cuatro patrones de anormalidad del campo visual en los 15 pacientes con campos visuales anormales, siendo el más común (n = 10) la pérdida central aislada.
La repetición de la evaluación electrofisiológica y del campo visual proporcionó evidencia de la progresión de la enfermedad a pesar del cese de la medicación en 6 pacientes, con una progresión documentada durante 7 años en 1 mujer.
No se observó una mejora visual sostenida después de la interrupción de la terapia con medicamentos en ningún paciente de esta serie, y nuestra identificación de 6 pacientes con evidencia objetiva de progresión sirve para recordar a los médicos las consecuencias visuales potencialmente devastadoras de la toxicidad retiniana relacionada con los antipalúdicos.
También es de notar que las anomalías profundas detectadas en el campo visual y las pruebas de electroretinografía multifocal se pueden observar en presencia de una apariencia macular normal, y nuestros hallazgos sugieren que el peso corporal magro debe usarse para todos los pacientes al calcular la dosis diaria.
Referencia