Escrito por Sonia Mehta, Thomas Jefferson University.
La retinopatía hipertensiva es el daño al sistema vascular de la retina causado por la hipertensión arterial. Los signos generalmente se desarrollan tarde en la enfermedad.
El examen de fondo de ojo muestra constricción arteriolar, corte arteriovenoso, cambio en las paredes vasculares, hemorragias en flama, puntos blanquecinos, y edema del disco óptico. El tratamiento está dirigido a controlar la presión sanguínea y, cuando ocurre pérdida de visión, tratar la retina.
La elevación aguda de la presión sanguínea típicamente causa vasoconsticción reversible en los vasos sanguíneos de la retina.
Una hipertensión más prolongada o severa lleva a cambios vasculares exudativos, una consecuencia de daño endotelial y necrosis. Otros cambios, como el engrosamiento de las paredes arteriolares, requieren años de presión alta para desarrollarse. El tabaquismo agrava los efectos adversos de la retinopatía hipertensiva.
La hipertensión es un factor de riesgo importante para otros trastornos de la retina como oclusión de arterias o venas de la retina y retinopatía diabética. Además, la hipertensión combinada con la diabetes aumenta en gran medida el riesgo de pérdida de la visión. Los pacientes con retinopatía hipertensiva tienen un alto riesgo de daño hipertensivo en otros órganos terminales.
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