Se recomienda la detección de errores de refracción para niños en edad preescolar y escolar para evitar el impacto negativo de errores de refracción no corregidos en el rendimiento académico.
La reducción de la visión por miopía y otros errores de refracción puede ser totalmente corregida con el uso de lentes de armazón o de contacto, o con cirugía refractiva en adultos.
El uso de lentes, como una intervención no invasiva, está entre las más prácticas y menos costosas de todas las intervenciones a implementar.
Aunque los lentes brindan una forma simple y segura de corrección del error refractivo, hay mucha evidencia que sugiere que los niños y adolescentes no cumplen con el uso de los lentes de manera óptima.
Por ejemplo, una revisión sistemática reciente de 23 estudios estimó una tasa general de conformidad con el uso de lentes del 40 % entre los niños y adolescentes, con tasas que van del 9,8% al 73%.
Se han identificado varios grupos de alto riesgo, con menor conformidad con el uso de lentes reportado en muchachos, niños grandes y niños con errores de refracción pequeños.
Entre las razones principales están la falsa idea de que usar lentes empeora la visión; la presión entre sus compañeros y un efecto negativo en la autoestima de niños y adolescentes con miopía.
Referencia