La presión intraocular normal va de 10 a 20 mmHg y debería ser medida a diferentes horas del día ya que hay un ritmo diurno.
Presiones mayores a 28 mmHg generalmente son tratadas independientemente de otros hallazgos.
Se tratan presiones de 20 a 27 mmHg cuando hay pérdida de visión, antecedentes familiares de glaucoma, daño en el nervio óptico evidenciado por palidez y excavación del disco y adelgazamiento de la capa de fibras nerviosas.
Los pacientes con presiones de 20 a 27 mmHg sin otros hallazgos sospechosos son llamados sospechosos de glaucoma. Se les da seguimiento mediante consultas más frecuentes que lo habitual, con monitoreo del campo visual, y cambios en el nervio óptico.
Cuando el tratamiento empieza generalmente la presión se mantiene por debajo de 20 mmHg, lo cual frecuentemente previene la pérdida de visión. Sin embargo, algunos pacientes pueden perder visión aún cuando la presión se mantenga en ese nivel.
Estos ojos requieren que se baje aún más la presión y tienen la condición que se conoce como glaucoma de presión normal.
Se presenta en más del 90% de los coreanos y japoneses con glaucoma y en 50% de los pacientes con glaucoma a nivel mundial.
Referencia
- Manual for Eye examination and diagnosis, Mark W. Leitman, Wiley Blackwell, 2017.