Lo bueno es que hay pasos que se pueden dar para ayudar a reducir el riesgo de cataratas, o al menos postergar su aparición.
No hay prueba científica de que las cataratas puedan prevenirse totalmente. Desafortunadamente a medida que envejecemos las cataratas son simplemente inevitables.
La mayoría de las cataratas son resultado del envejecimiento, aunque algunas invetigaciones muestran que ciertos factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar cataratas.
Estos factores incluyen: fumar, consumir alcohol, la obesidad, diabetes, hipertensión, exposición a luz ultravioleta, consumo de esteroides, accidente o cirugía ocular, deficiencia en la nutrición.
Esto nos dice que haciendo algunos cambios en el estilo de vida se puede disminuir el riesgo de padecer cataratas.
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